Condiciones de la piel

Las uñas enterradas es un motivo muy frecuente de consulta dermatológica. En la mayoría de las ocasiones es algo que se puede prevenir, ya que es causado por cortarlas de manera inadecuada.

Las uñas se deben cortar con utensilios limpios y con adecuado filo, el corte debe de ser recto sin retirar las esquinas. En caso de que las esquinas de la uña lastimen, se pueden limar un poco, mas no redondearlas, ya que esto provoca que se entierren.

En algunas personas el reborde de piel que rodea la primera uña del pie es redundante, lo que puede ocasionar que se entierren las uñas a pesar de cortarlas adecuadamente. En estos casos, se puede realizar una cirugía para retirar el exceso de piel y corregirlo.

Los hongos en las uñas es una afección muy frecuente que generalmente no causa síntomas, pero causa incomodidad por el aspecto que adquieren. Se puede manifestar como cambios de color hacia tonos amarillos, marrones o verdosos en la uña, o cambios de textura como aumento de grosor y fragilidad.

En caso de notar alguno de estos cambios es recomendable acudir al dermatólogo quien puede solicitar un estudio para confirmar la presencia de hongos e iniciar tratamiento. Existen diversos tratamientos que se pueden indicar como medicamento oral, tópico o algunos tipos de láser.

Existen diferentes factores que pueden ocasionar una coloración amarillenta en las uñas. Entre los más comunes se encuentra el uso frecuente de esmaltes, uñas de acrílico o gel y las infecciones por hongos. Esto puede ir o no acompañado de cambios en la textura que ocasionan uñas quebradizas y frágiles o por el contrario uñas gruesas.

En caso de notar algún cambio de este tipo es recomendable suspender el uso de esmaltes y acrílicos y acudir con un dermatólogo para su revisión. Para descartar una infección por hongos se realiza un pequeño raspado de la uña y en caso de ser positivo se iniciará tratamiento.