Por medio de un dispositívo óptico-electrónico (Fotofinder) se hace un mapeo para crear un historial de los lunares, se registra la cantidad, tamaño y forma.
De esta manera se lleva un control de cambios, lo cual permite detectar lunares nuevos, crecimientos y variaciones. Se recomienda a gente con antecedentes de cáncer o con más de 100 lunares.